El 28 de julio, se estableció la ley 22/2011, sobre residuos y suelos contaminados. «Esta actualización y mejora de la anterior ley, orienta la política de residuos conforme al principio de jerarquía en la producción y gestión de los mismos, maximizando el aprovechamiento de los recursos y minimizando los impactos de la producción y gestión de residuos».
Esta ley obliga entre otras cosas, a todos los municipios a la recogida de los residuos y aquellos con una población de más de 5.000 habitantes, a separar sus residuos orgánicos antes de 2021.
Con esta medida se pretende recoger el mayor número de residuos para su posterior reciclaje o en caso de que estos no se puedan reciclar, valorizarlos como materia prima para poder procesarlos y darles un segundo uso. De no ser así se eliminan.
En estos puntos también se pueden recoger residuos electrónicos, para ello están obligados a cumplir la normativa del Real Decreto 110/2015 sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
¿Qué es un punto limpio?
Un punto limpio es una instalación donde la ciudadanía de un municipio puede depositar los residuos domésticos que no pueden ni deben ser tirados a los contenedores habituales que hay en las calles.
Al llegar al punto limpio, este tipo de residuos se depositan en contenedores o zonas habilitadas, para que queden separados por tipo de material, composición, tamaño, etc. y así poder facilitar después de este almacenaje temporal, su recogida y traslado a las distintas plantas de valorización o reciclado.
Estos puntos limpios están gestionados por los Ayuntamientos, ya que son de propiedad municipal y son ellos los que se encargan de la recogida diaria de los distintos contenedores.
Los puntos limpios pueden ser fijos o móviles y son totalmente gratuitos.
Las características de los puntos limpios dependen de las necesidades de cada municipio, como son el número de habitantes, la disponibilidad del suelo y la inversión que se pueda realizar en dicho municipio.
Distintos tipos de puntos limpios
Punto limpio A: Suelen recoger más tipos de residuos, por lo que cuentan con una mayor superficie. En sus instalaciones tienen muelle de descarga para facilitar el vertido y dejarlo caer dentro de los contenedores que se encuentran en un nivel inferior. Tienen una zona cubierta donde depositar los residuos peligrosos y la pavimentación del suelo es la óptima para soportar el tránsito de vehículos pesados.
Punto limpio B: Son como los anteriores, pero no tienen muelle de descarga, ya que sólo tienen un nivel para la descarga de los residuos. Tienen la misma capacidad y pueden recoger el mismo tipo de residuos. Pueden instalarse en municipios de 2.000 habitantes hasta más de 10.000.
Punto limpio C: Están indicados para poblaciones de menos de 2.000 habitantes, suelen tener varios contenedores para recoger los residuos voluminosos, los restos de poda y los residuos de construcción y demolición.
Punto limpio móvil: Los puntos limpios móviles visitan normalmente la calle de algún municipio, unos días determinados y con un horario concreto. Se suele utilizar en pequeños pueblos donde no se pueden depositar en puntos limpios fijos y para facilitar la recogida de residuos que no son voluminosos, pero que podrían terminar en contenedores inadecuados, como pilas, tóner, aceite usado, pinturas, radiografías, etc.
Es una realidad que la sociedad debe de avanzar hacia una gestión ambiental sostenible. El planeta lo necesita. Los municipios y la ciudadanía tienen como aliados a los puntos limpios, que nos ofrecen la posibilidad de recoger aquellos residuos que generamos y a veces no sabemos qué hacer con ellos.
En Aevae nos preocupa el medio ambiente, por eso ofrecemos y garantizamos mediante nuestros ‘puntos verdes’ la recogida de los envases agrarios una vez utilizados por el agricultor, para darles una nueva vida.