El sector apícola es una pieza clave dentro de la estructura agroalimentaria en España y Europa, no solo por la producción de miel y otros productos apícolas, sino también por su contribución crucial al equilibrio ecológico a través de la polinización.
En la actualidad, este sector enfrenta retos y oportunidades en un contexto marcado por los cambios climáticos, las demandas del mercado y las innovaciones tecnológicas.
Censo apícola y tipos de explotaciones apícolas.
Según los últimos datos oficiales, España cuenta con aproximadamente 3.000.000 de colmenas repartidas en 36.893 explotaciones apícolas, lo que la convierte en el principal productor de miel de la Unión Europea. De este censo apícola más del 17 por ciento pertenece a profesionales del sector. Para que una explotación apícola se considere profesional debe tener 150 colmenas o más.
El sector apícola en España está compuesto tanto por pequeños apicultores que tienen como máximo 15 colmenas para el autoconsumo, como por grandes explotaciones profesionales que como ya hemos dicho anteriormente tienen que tener 150 colmenas como mínimo.
Según fuentes el 80% de las colonias de abejas en España son trashumantes, tan solo las de las islas y algunas del norte son sedentarias. Estas últimas muchas veces necesitan un sustento adicional para que sean más productivas.
La abeja que se cría en España por su excelente adaptación al clima, su rusticidad, su resistencia y sus características productivas es la llamada Apis melifica iberica.
Clasificación zootécnica de las explotaciones apícolas en España.
Se identifican cinco tipos diferentes de explotaciones apícolas, a cada uno de los cuales se les asigna unas siglas que los distinguen:
- De producción. Este tipo incluye las explotaciones apícolas dedicadas a la obtención de miel y otros productos derivados de la actividad apícola, como el polen, la jalea real, el propóleo, entre otros. Estas explotaciones son identificadas con las siglas PD.
- De selección y cría. Las explotaciones cuya actividad principal es la selección y cría de abejas reciben la denominación de explotaciones apícolas de selección y cría, siendo representadas con las siglas SC.
- De polinización. Aquellas explotaciones centradas en la polinización de cultivos agrícolas son denominadas explotaciones apícolas de polinización. Se identifican mediante las siglas PZ.
- Mixtas. Este tipo de explotación combina de manera equilibrada dos o más de las actividades descritas anteriormente. Por ejemplo, una explotación que se dedique tanto a la producción de miel como a la cría y selección de abejas, donde ambas actividades tengan una relevancia similar en el desarrollo de la actividad apícola. Estas explotaciones se reconocen por las siglas MX.
- Otras. Son aquellas explotaciones que no se ajustan a ninguna de las categorías previamente mencionadas por lo que se agrupan bajo la denominación «Otras» y se representan con las siglas OT.
Producción y comercio de la miel en España.
La producción española de miel en España supera las 30.000 toneladas anuales, lo que representa aproximadamente el 20% de la producción total de la Unión Europea. «Las comunidades autónomas de mayor producción son la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Castilla-León, Andalucía y Extremadura que juntas representan el 65% de la producción total de miel en España«.
«Estas comunidades autónomas agrupan el 80% del total de las colmenas censadas, ya que entre las cuatro suman el 70% de apicultores y apicultoras que de manera profesional se dedican a este sector«. Fuente: www.mapa.gob.es
Además de miel, se producen otros productos como polen, propóleo, jalea real, veneno de abeja y cera, algunos de ellos se utilizan con fines medicinales y cosméticos.
En cuanto al comercio, España es un importante exportador de miel, especialmente a países europeos como Alemania y Francia. Sin embargo, también enfrenta competencia de mieles importadas, en particular de China y Argentina, que suelen tener precios más bajos.
En relación al consumo de productos apícolas el consumo per cápita de miel en España es de aproximadamente 1 kg al año, inferior al de otros países europeos como Alemania, donde alcanza los 1,5 kg. La tendencia actual muestra un creciente interés por productos apícolas naturales y ecológicos, impulsado por la preocupación por la salud y el medio ambiente.
Cambios en la producción y adaptación al contexto actual.
La apicultura en la actualidad está adoptando tecnologías avanzadas para mejorar la gestión y la productividad. Entre las principales innovaciones destacan:
- La digitalización. Más del 35 % de las abejas están en peligro en toda Europa. El uso de sensores en las colmenas para monitorizar la salud de las abejas y las condiciones internas están poniendo freno a esta situación al tiempo que este nuevo enfoque es un aliciente para muchas personas jóvenes que quieren iniciarse en esta profesión.
- Las mejoras genéticas. Selección de abejas resistentes a enfermedades como la varroosis producida por el ácaro varroa, ya que se trata de una infestación muy común y muy difícil de tratar con medicamentos. También se está experimentando con abejas que se puedan adaptar a cambios climáticos, cada día más severos por la degradación del medio ambiente.
- Las prácticas sostenibles. Incremento en el uso de técnicas ecológicas que respetan la biodiversidad y reducen el impacto ambiental.
Retos y oportunidades para el sector apícola.
El sector enfrenta diversos retos, entre los que destacan el impacto del cambio climático, que produce alteraciones en los patrones de floración, así como un aumento de fenómenos extremos que afectan la disponibilidad de alimento para las abejas.
También siguen siendo un problema no resuelto al cien por cien a pesar de las restricciones europeas, el uso de pesticidas o la entrada de mieles de menor calidad y precio que desafía a los productores locales.
No obstante, también hay oportunidades significativas para el sector apícola como es el crecimiento del mercado de miel premium y ecológica con consumidores dispuestos a pagar precios más altos por productos de calidad.
Así como el fomento de la biodiversidad a través de la apicultura, ya que esta puede integrarse en estrategias nacionales y europeas para la conservación del medio ambiente.
Para finalizar diremos que el sector apícola español en la actualidad es un ejemplo de adaptación y resiliencia en un contexto de cambio constante. Su relevancia no solo se mide en términos económicos, sino también por su contribución a la sostenibilidad ambiental y al desarrollo rural.
Con las herramientas y estrategias adecuadas, el sector tiene el relevo generacional garantizado y el potencial de seguir liderando en Europa y de consolidarse como un modelo de producción sostenible y tecnológicamente avanzado.
En AEVAE como SCRAP (Sistema Colectivo de responsabilidad Ampliada), contribuimos a que el sector apícola pueda avanzar en su camino hacia la sostenibilidad de su producción, ofreciendo nuestro servicio de recogida, transporte, almacenamiento y valoración de los residuos de envases usados en dicha actividad.
Sacos de papel y plástico flexible, botellas y garrafas de plástico rígido, cajas de cartón, ibcs, palets… son gestionados a través de AEVAE para darles un correcto tratamiento medioambiental.
Fuentes: mapa.gob.es