Son muchas las empresas que apuestan por el reciclado o la sustitución total o parcial de los plásticos que generan y que muchas veces no encuentran alternativa para llevarlo a cabo.
Pero si apostamos por el I+D+I, el camino para conseguirlo estará más cerca. Este es el caso del proyecto que INTIA (Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias) en colaboración con la empresa Smurfit Kappa, está llevando a cabo desde hace unos años en la finca experimental que dicho instituto tiene en la localidad de Sartaguda (Navarra). Este proyecto lleva a cabo el estudio del comportamiento de ocho tipos de papel diferentes, para poder sustituir los acolchados plásticos de poliestireno que se utilizan habitualmente en los cultivos hortícolas de invernadero.
La relevancia de este estudio pone el foco en la prevención de residuos en el sector agrícola, ya que este tipo de cultivos con acolchados en invernaderos generan residuos complejos de gestionar para ser reciclados.
La importancia de estos acolchados que cumplen la función de proporcionar calor al suelo para un perfecto desarrollo del cultivo y evitar la proliferación de las malas hierbas, son dos de los parámetros principales que están analizando y consiguiendo resultados muy positivos.
Los ocho tipos de papel que están ensayando, proceden de la madera de pino que no necesita de su retirada, ya que una vez recolectado el cultivo, se puede labrar la tierra junto con el papel que en el transcurso de unos días se degradará mejorando la calidad de la tierra.
Esta madera procede de bosques de gestión sostenible, con la certificación FSC y PEFC. Con esta certificación se garantiza el control del proceso de producción, transporte y distribución de dicha madera. También contribuye a la prevención de incendios y a la mejora de la economía local.
El FSC “Forest Stewardship Council o Consejo de Administración Forestal”, es una organización internacional independiente y sin ánimo de lucro que se creó en 1993, está formada por representantes de los distintos ámbitos: social, ambiental y económico y que precisamente su cometido es promover una gestión forestal responsable, y viable tanto económica como socialmente.
El PEFC “Programme for the Endorsement of Forest Cestification schemes o Programa de reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal, representa a los propietarios públicos y privados de montes, a la industria que utiliza materias primas forestales, empresas distribuidoras y comercializadoras, administraciones públicas, grupos ambientalistas, y a los consumidores finales que deciden comprar productos etiquetados con el sello de certificación PEFC.
Esta certificación proporciona el marco para el desarrollo de los principios comunes, para garantizar que el producto forestal, proviene de un bosque gestionado con criterios de sostenibilidad.