El 13 de octubre se celebra el Día Mundial de los Fertilizantes, día en el que se conmemora la patente de Haber-Bosch sobre la síntesis de amoníaco del aire en el año 1908. Gracias a este hallazgo son muchos los millones de personas que se salvaron de la hambruna. Del mismo modo, es así como se abrió el camino para garantizar la seguridad alimentaria en el futuro.
La celebración de este día es clave para hacernos reflexionar sobre el papel crucial que juegan estos productos en la seguridad alimentaria global y en la sostenibilidad de la agricultura moderna. En un contexto de creciente preocupación por el cambio climático, la degradación del suelo y la necesidad de alimentar a una población mundial en expansión, la industria de los fertilizantes se enfrenta al reto de innovar hacia soluciones más eficientes y menos perjudiciales para el medio ambiente.
Los fertilizantes son sustancias de vital importancia para mantener la vida en nuestro planeta, ayudan a optimizar los cultivos agrícolas, mejorando con ello la economía y el tejido social. Sin embargo, su uso excesivo ha generado consecuencias negativas para el medio ambiente, como la contaminación de cuerpos de agua por escorrentía de nitratos y fosfatos, y la emisión de gases de efecto invernadero.
En la actualidad la investigación constante de estas sustancias por parte de las empresas que se dedican a su formulación y producción, están dando resultados excelentes, mejorando y fomentando la innovación en la agricultura. Un claro ejemplo de ello es el uso de fertilizantes inteligentes capaces de mejorar la eficiencia en la absorción de nutrientes por las plantas, reduciendo significativamente la cantidad de insumos necesarios.
Estas nuevas tecnologías buscan mitigar el impacto ambiental sin comprometer los rendimientos de los cultivos, lo que nos acerca sin duda a poder alcanzar un futuro más sostenible.
Fertilizantes de liberación controlada y nanotecnología.
Entre las principales innovaciones que están revolucionando el uso de fertilizantes se encuentra el desarrollo de fertilizantes de liberación controlada. Estos productos, a menudo encapsulados en polímeros biodegradables, permiten que los nutrientes se liberen de manera gradual según las necesidades de las plantas. Este enfoque reduce las pérdidas por lixiviación y volatilización, problemas comunes con los fertilizantes convencionales. Además, minimiza el riesgo de contaminación de acuíferos y de acumulación excesiva de nutrientes en el suelo.
Otra tendencia emergente es la aplicación de la nanotecnología en fertilizantes. Gracias a los estudios científicos en universidades y centros de investigación en todo el mundo se han desarrollado nanopartículas que mejoran la entrega de nutrientes a nivel molecular, aumentando la eficiencia de su absorción y reduciendo el desperdicio. Algunos estudios recientes indican que los fertilizantes basados en nanotecnología podrían aumentar la productividad de los cultivos hasta en un 30%, con un impacto ambiental significativamente menor.
Agricultura regenerativa.
Además de las tecnologías avanzadas, el enfoque regenerativo está ganando terreno como una solución integral que combina la fertilización sostenible con prácticas agrícolas que restauran la salud del suelo. La agricultura regenerativa se basa en la rotación de cultivos, el uso de abonos orgánicos y la implementación de cultivos de cobertura para mejorar la estructura del suelo y su capacidad de retener nutrientes de manera natural.
Fertilizantes para todo el mundo.
Todos los países hacen uso de los fertilizantes en mayor o menor medida, pero la importancia de este producto para el desarrollo de una agricultura que contribuya a la producción de alimentos, va en aumento. Las plantas que reciben los nutrientes necesarios mediante el aporte de fertilizantes, estarán más sanas y en condiciones de producir mejor.
Los cultivos, al igual que las personas, también necesitan alimentarse. Una nutrición vegetal equilibrada es crucial para ello. Estos nutrientes que reciben las plantas a través de los fertilizantes minerales, también equilibran y refuerzan los nutrientes de las fuentes orgánicas, el resultado es un crecimiento mayor de las plantas.
Satisfacer la demanda de alimentos.
Información aportada por Naciones Unidas afirma que la población mundial en el año 2030 será alrededor de 8.600 millones de personas y que satisfacer la demanda de alimentos para todos no es tarea fácil.
El papel de los fertilizantes para ayudar a satisfacer esta demanda de alimentos y hacerlo de manera sostenible es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad.
En este sentido, las industrias de los fertilizantes trabajan codo a codo con las personas y sectores del sector agrícola para crear sinergias que nos conduzcan a una mejora de la producción y de la calidad de los alimentos. Por ejemplo, este sector convierte anualmente unos 10 millones de toneladas de sulfato de amonio y azufre en fertilizantes básicos.
Todo ello ayuda a no perjudicar el medioambiente y colaborará con la materialización real de una economía circular que, sin duda, es parte de la solución para un mejor futuro sostenible de los alimentos.
El avance hacia fertilizantes más sostenibles también requiere el apoyo de políticas públicas. Gobiernos de todo el mundo están estableciendo normativas para promover el uso racional de fertilizantes y fomentar la adopción de prácticas agrícolas sostenibles. En Europa, por ejemplo, el Pacto Verde Europeo establece metas claras para reducir en un 50% el uso de fertilizantes químicos para 2030.
Fertilizantes, agronutrientes especiales, bioestimulantes agrícolas, microorganismos para el suelo.
Hablar de fertilizantes es también hablar de agronutrientes especiales, bioestimulantes agrícolas, microorganismos para el suelo, biocontrol, etc. Toda una familia de especialidades en torno a la nutrición vegetal.
Así, además de lo ya mencionado, las empresas fabricantes de fertilizantes van más allá y no se centran exclusivamente en fabricar productos nutricionales, sino también a ver la tierra de cultivo como suelos vivos. Suelos vivos en los que microorganismos de carácter tanto animal como vegetal, ya sean hongos o bacterias, viven en armonía con las plantas. Tratar el conjunto como un todo, es un síntoma también de avance tecnológico que en poco tiempo se verá como un antes y un después en la nutrición vegetal.
Envases de plástico para uso agrícola
Productos fitosanitarios, fertilizantes, agronutrientes y bioestimulantes agrícolas, tanto en su formulación líquida como sólida, se ponen en el mercado principalmente en envases de plástico.
Ya sea en botellas, garrafas o bidones, estos envases son fabricados de forma muy técnica porque son clave para la conservación óptima del producto envasado. Los fertilizantes, por ejemplo, poseen formulaciones complejas que deben protegerse durante su periodo de almacenamiento para que no pierdan sus propiedades.
La resistencia a los productos contenidos, la impermeabilidad a los solventes, la resistencia a temperaturas elevadas, el que eviten la permeación del vapor y del oxígeno, o la protección contra los rayos ultravioleta, son ejemplo de las múltiples cualidades que deben poseer estos envases de plástico para uso agrícola.
En el ámbito profesional, son conocidos técnicamente como envases barrera de plástico para uso agrícola porque, la barrera es un factor clave para la conservación óptima del producto envasado.
Por lo tanto, no solo el mundo de los fertilizantes se encuentra en constante evolución, sino también los envases que los contienen. En conjunto, un esfuerzo de I+D+i de todas las empresas implicadas a favor de productos más eficaces y respetuosos con el medioambiente.
El 13 de octubre, Día Mundial de los fertilizantes, no solo es una oportunidad para reconocer la importancia de los fertilizantes en la producción de alimentos, sino también para repensar cómo utilizarlos de manera más eficiente y amigable con el medio ambiente.
Los avances científicos y las nuevas tecnologías nos ofrecen herramientas innovadoras para mejorar la sostenibilidad agrícola, pero el éxito de estos esfuerzos dependerá de un enfoque integral que combine ciencia, políticas públicas y el compromiso de las empresas agrarias.
AEVAE trabaja y seguirá haciéndolo al lado de nuestros socios (fabricantes o distribuidores de productos envasados de fertilizantes, agronutrientes especiales, bioestimulantes agrícolas, microorganismos para el suelo y fauna auxiliar) y profesionales de la producción agrícola, para contribuir a fomentar esta y todas las mejoras posibles para conseguir un futuro sostenible para toda la población mundial.