El día 21 de marzo, como todos los años, celebraremos el Día Internacional de los Bosques. Esta vez bajo el lema “Bosques e innovación.” Este día se reitera una vez más la importancia de todo tipo de bosques que existen en nuestro planeta y la urgencia de que se implanten medidas por parte de los gobiernos para revertir su degradación.

El lema “Bosques e innovación”, pone en valor los avances en materia de gestión, restauración y protección que se están aplicando para que el uso de los bosques se haga de forma sostenible. La innovación tecnología al servicio de la naturaleza es una herramienta perfecta para poder hacerlo posible.

En todos los ámbitos de la vida el buen uso de la tecnología es un gran avance. En la gestión y protección de los bosques estos avances también están transformado la forma de hacerlo. Gracias a ellos podemos disponer de herramientas que nos ofrecen soluciones innovadoras y eficaces para preservar la riqueza natural de nuestro planeta y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.

Dron en bosque

Avances tecnológicos al servicio de los bosques.

En la actualidad muchos de estos avances tecnológicos están desempeñando un papel fundamental para salvaguardar la biodiversidad y revertir la degradación de todos los ecosistemas, en especial los que más sufren como es el caso de los bosques en todo el mundo. Algunos de los más importantes son:

  • Monitoreo satelital de bosques: El uso de imágenes satelitales de alta resolución y sistemas de teledetección ha revolucionado la forma en que se monitorean los bosques. Estas tecnologías permiten una vigilancia continua y precisa de los cambios en la cobertura forestal, lo que facilita la detección temprana de la deforestación ilegal y la planificación efectiva de la gestión forestal sostenible.
  • Dispositivo para datos Lidar: El lidar, Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging, es un sistema que a través de un dispositivo determina la distancia desde un emisor láser a una superficie u objeto utilizando un haz láser pulsado.
  • Sistemas de información geográfica (SIG): Los SIG o GIS permiten integrar datos espaciales y atributos forestales en un solo sistema, lo que facilita la toma de decisiones informadas en la gestión forestal. Estas herramientas son vitales para la planificación de la conservación, la identificación de áreas prioritarias para la protección y la evaluación de los impactos ambientales de actividades humanas como la agricultura y la urbanización.
  • Drones para la vigilancia forestal: Los drones equipados con cámaras de alta resolución y sensores infrarrojos están siendo utilizados para monitorear áreas forestales de difícil acceso. Estas aeronaves no tripuladas pueden proporcionar imágenes detalladas en tiempo real, permitiendo la identificación rápida de actividades ilegales como la tala ilegal o la caza furtiva, y facilitando una respuesta inmediata por parte de las autoridades.
  • Sistemas de alerta temprana de incendios: Los avances en la detección remota y la inteligencia artificial (IA), han dado lugar a sistemas de alerta temprana altamente sofisticados para incendios forestales. Estos sistemas pueden prever y monitorear la propagación del fuego, permitiendo una respuesta rápida y coordinada para contener y extinguir los incendios antes de que causen daños irreparables a los ecosistemas forestales.
  • Tecnologías de restauración forestal: La restauración de bosques degradados es fundamental para revertir los efectos de la deforestación y promover la regeneración natural de los ecosistemas. En este sentido, se están desarrollando tecnologías innovadoras, como la siembra aérea de semillas mediante drones, la propagación de especies vegetales mediante técnicas de cultivo in vitro y el uso de bioingeniería para estabilizar suelos y controlar la erosión.

Bosque al atardecer

Estos y otros avances tecnológicos junto a los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas que habitan los bosques, y su empoderamiento facilitándoles herramientas debe servir para mejorar su gestión, protegerlos y liberar la infinidad de beneficios que aportan los bosques.

Innovaciones en productos forestales.

Gracias a los avances de la ciencia, es posible fabricar energía renovable (biomasa forestal), productos hechos con madera ecológica (papeles, envases, cubiertos, pajitas), materiales para la construcción más sostenibles, y también que se consigan avances en la prevención y cura de enfermedades.
Al tiempo también se sigue promocionando el aprovechamiento de los productos forestales no maderables (PFNM), como las plantas aromáticas y comestibles de los bosques, (piñones, setas, champiñones, castañas, trufas, bayas, etc.) y materiales como el corcho o las resinas.

Dentro de la Agenda 2030, el ODS 15, en su punto 15.2 nos habla de la necesidad de “promover la puesta en práctica de la gestión sostenible de todos los tipos de bosques, detener la deforestación, recuperar los bosques degradados y aumentar considerablemente la forestación y la reforestación a nivel mundial.” Sin duda un reto importante pero no imposible.

Desde Aevae comprometidos con el medio ambiente nos sumamos a este Día Internacional de los Bosques, para también rendirles el homenaje que se merecen y generar conciencia acerca de la importancia de las medidas que podemos adoptar cada persona para el cuidado y protección de los bosques.

Día Mundial de los Bosques 2023

El día 21 de marzo, es el Día Internacional de los Bosques. Para su celebración se ha elegido el lema “Bosques y salud” y hace hincapié en la importancia que tienen los bosques para la salud de las personas, sobre todo en los niños y niñas.

El contacto con la Naturaleza siempre nos hace sentirnos mejor y contribuye a reducir el estrés. En los más pequeños, además de proporcionales este bienestar, también les ayuda en su desarrollo tanto mental como afectivo.

Reconocer la importancia de los bosques en la salud.

Son cuantiosos los vínculos que existen entre los bosques y la salud de las personas. Su importancia para la seguridad alimentaria y la nutrición está ampliamente reconocida, no así su función para la salud del ser humano. Según la FAO «la nutrición y la salud están intrínsecamente relacionadas: no puede lograrse una buena nutrición si no se goza de buena salud, y viceversa. Por tanto, cuando se abordan los vínculos con los bosques, es esencial abordar la salud y la nutrición al mismo tiempo».

Los bosques sanos ayudan almacenar el carbono, reducen el riesgo de contraer enfermedades infecciosas, gracias a su filtración del agua y el aire también nos protegen de las enfermedades producidas por la contaminación.

Así, los bosques contribuyen a la salud y el bienestar de millones de personas que viven en ellos o sus inmediaciones, como son las comunidades indígenas. Gracias a ellos obtienen alimentos directos, combustible para poder cocinarlos y esterilizar el agua, medicamentos… así como mantener viva su cultura y la salud espiritual de sus comunidades.

Paseo por el bosque

De muy distinta manera se perciben o se viven en las sociedades urbanas e industrializadas los bosques. Las personas que viven en ciudades con bosques urbanos o que los tienen cerca, los utilizan para salir, hacer ejercicio, o recrearse y poder descansar del estrés de las ciudades.

Son muchos los estudios que han demostrado que visitar los bosques reduce la tensión arterial, el ritmo cardíaco, el nivel de cortisol y refuerza el sistema inmunitario.

Pero además de ser fuente recreativa que nos ayuda a reducir el estrés y con ello las enfermedades mentales, los bosques sanos nos proporcionan oxígeno, sombra, productos forestales y alimentos saludables, ejercen un papel fundamental en la erradicación de la pobreza y ayudan a controlar el cambio climático del planeta y las precipitaciones.

Son innumerables los beneficios que nos aportan y lo que pueden hacer por las generaciones futuras si los cuidamos y protegemos. Un buen ejemplo es el papel que los bosques están desempeñando directa o indirectamente en hacer posible la consecución de muchas de las metas para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de la Agenda 2030.

La contribución de los bosques para poder implementar una agricultura sostenible que mejore la seguridad alimentaria y la nutrición, es esencial. Este reconocimiento de la función que desarrollan los bosques se debe ver respaldada por políticas que favorezcan el cuidado de estos recursos y su acceso equitativo.

Bosques, salud y bienestar.

Los bosques son hábitats muy vulnerables. Los incendios, las plagas, las sequías junto a la deforestación incontrolada y las condiciones climáticas actuales están destrozando su biodiversidad. Uno de los peligros más acuciantes de los cambios que sufren los bosques por la intervención de los humanos en este hábitat son las zoonosis emergentes, como ya hemos visto con la reciente pandemia de la COVID-19.

Para frenar la aparición de nuevas enfermedades es preciso cuidar del medio ambiente, y para que este se mantenga sano es urgente cuidar de sus ecosistemas. Según la FAO, cada año se pierden en el mundo aproximadamente 10 millones de hectáreas de bosques y con ello miles de especies de animales mueren o se quedan sin su hábitat.

Bosque de Secuoyas

Los ecosistemas forestales sanos contribuyen sin duda a proporcionarnos alimentos y plantas saludables. Nos suministran también agua dulce, ayudan a controlar el cambio climático, evitan las inundaciones, y fertilizan los suelos. Su degradación supone la perdida de salud de todo el planeta.

¿Es posible revertir esta situación? La respuesta es sí. El informe de la FAO recoge una serie de medidas para poder avanzar frente a las amenazas que sufren no solo los bosques, y en las que todas las personas podemos participar de una manera u otra.

Una de las más importantes es poder llevar a cabo el enfoque “Una Salud” promovida por la FAO con el que reunir a profesionales y responsables de las políticas en el ámbito de la actividad forestal, los recursos naturales, la agricultura, la ganadería y la salud pública y la nutrición para encontrar soluciones sanitarias en la interfaz entre el ser humano, los animales y sus diversos entornos”.

Trabajar unidos por los bosques, la salud y la nutrición.

Para fortalecer esta unión entre los bosques, la salud y la nutrición es preciso crear un entorno adecuado donde todas las personas podamos aportar nuestro granito de arena.

Llevar a cabo iniciativas de reforestación, fomentar la participación a través de las escuelas, participar en campañas de plantación de árboles en zonas urbanas y periurbanas, no comprar productos que representen un daño en animales o vegetales en peligro de extinción, utilizar materiales que provengan de bosques sostenibles o material reciclado, no desperdiciar papel…

Plantar árboles

Otra de las medidas que contribuyen a reforzar la recuperación de los bosques es la gestión sostenible de los mismos. Para ello se ha creado el Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal (PEFC), que garantiza que los bosques que gozan de esta certificación reúnen todos los requisitos de gestión forestal sostenible, por lo que son bosques sanos y evita su degradación.

Sin duda hay mucho camino por recorrer, pero si queremos seguir recibiendo los beneficios que nos aportan los bosques, es hora también de dar. De este acto recíproco depende la salud de los bosques y la de todos los seres que habitan el planeta.

Fuentes: FAO – Imágenes gentileza de Pixabay

 

Lemas anteriores del Día Internacional de los Bosques.

Gracias a los bosques es posible la vida, frenar la deforestación es una de las prioridades que todos los países deberían tener dentro de sus agendas, pues según la ONU, la perdida anual de bosques en el mundo, supera los 10 millones de hectáreas. La celebración de este día junto a sus lemas, nos señala el camino a seguir para revertir esta situación. Estos son algunos de sus lemas en años anteriores:

  • 2022: Bosques: consumo y producción sostenibles.
  • 2021: Restauración forestal: Un camino a la recuperación y el bienestar.
  • 2020: Bosques y biodiversidad.
  • 2019: Bosques y educación.
  • 2018: Los bosques y las ciudades sostenibles.
  • 2017: Los bosques y la energía.
  • 2016: Bosques y agua.

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