El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación. Un día que pone de manifiesto la preocupación por lograr un sistema agroalimentario que sea sostenible en todo el mundo. Del mismo modo, también nos invita a reflexionar sobre la importancia de garantizar que todos tengan acceso a alimentos nutritivos y suficientes.
El cambio climático, los conflictos, la crisis económica, las desigualdades, las subidas de los precios y las tensiones internacionales que estamos sufriendo, junto a las consecuencias producidas por la pandemia de la COVID-19 y que aún tardaremos en superarla por completo, han afectado de una manera directa a la seguridad alimentaria mundial.
Para revertir esta situación hace falta una solución mundial. La interconexión de todos los países para crear sinergias que nos ayuden a lograrlo es de vital importancia. Hay que invertir en protección social, así como procurar que las zonas rurales y urbanas pobres, puedan tener acceso a los alimentos para mejorar su medio de vida.
Promover la agricultura y medios de vida sostenibles, mejorar el medio ambiente, aumentar la producción y mejorar la nutrición son soluciones para lograr alcanzar un sistema agroalimentario más inclusivo, resiliente y sostenible.
¿Qué es un sistema agroalimentario sostenible?
- Un sistema agroalimentario sostenible, mejora la producción y la nutrición.
- Es respetuoso con el medio ambiente.
- La cadena de suministro alimentario es más resiliente.
- La oferta y la demanda en las tiendas y mercados locales está equilibrada.
- No se desperdician tantos alimentos.
Si tenemos en cuenta que para el año 2050 seremos aproximadamente 10.000 millones de personas en el mundo, la implementación de un sistema agroalimentario sostenible es el único camino ya trazado y que urge acelerar y potenciar para no terminar con los recursos naturales.
El papel de la agricultura y todas las personas que trabajan en ella es vital para poder llevar a cabo este cambio. Para ello los gobiernos deben de adoptar medidas para cambiar las políticas obsoletas en materia agrícola y promover la participación del sector, además de fomentar una producción sostenible que no comprometa a su vez a las bases económicas, sociales y medioambientales actuales y futuras.
Día Mundial de la Alimentación 2024.
Bajo el lema “Derecho a los alimentos para una vida y un futuro mejor” celebraremos, el 16 de octubre, el Día Mundial de la Alimentación.
En él se da a conocer la importancia que tiene para la salud de toda la población que los alimentos nutritivos sean diversos. La riqueza que conlleva una mayor variedad de productos tanto en el campo, redes de pesca, los mercados y nuestras mesas, representa un claro beneficio para todos.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más de 733 millones de personas se enfrentan diariamente al hambre por conflictos y guerras, crisis climáticas que se repiten con demasiada frecuencia y las recesiones económicas. Aunque este problema es el más grave también es el más difícil de solucionar por el contexto en el que ocurre.
Así mismo 2800 millones de personas en el mundo no cuentan con una dieta saludable, y afecta a todo tipo de personas y de todos las clases socioeconómicas. Aunque hay un gran porcentaje de estas personas que eligen alimentos poco saludables por libre elección o por comodidad, la mayoría de ellas es por no poder permitirse comprar alimentos variados y saludables.
Estas personas pobres y vulnerables tienen que recurrir muy a menudo a la ingesta de la llamada “comida basura”, donde abundan los procesados y alimentos básicos, lo que conlleva una carencia de micronutrientes y un aumento de la grasa corporal.
Mejora de la nutrición y calidad alimentaria.
Además de producir más alimentos, los sistemas agroalimentarios deben enfocarse en producir alimentos más nutritivos y accesibles. La mejora de la calidad nutricional y la diversificación alimentaria son esenciales para enfrentar los problemas de malnutrición, tanto por déficit como por exceso.
Diversificación de cultivos.
La tendencia hacia la producción masiva de monocultivos ha generado una dieta más homogénea y carente de nutrientes. Promover la diversificación de cultivos, es decir, aumentar la producción de frutas, verduras, legumbres, granos integrales y alimentos tradicionales, puede mejorar la disponibilidad de alimentos ricos en nutrientes. Esto no solo beneficia a la salud humana, sino también a la biodiversidad agrícola.
Fortificación y biofortificación.
La fortificación de alimentos (añadir nutrientes durante el procesamiento) y la biofortificación (mejorar el contenido de nutrientes de los cultivos a través de la selección genética), son estrategias importantes para enfrentar la deficiencia de micronutrientes. Un ejemplo exitoso es el arroz dorado, una variedad de arroz enriquecido con betacaroteno, que ayuda a combatir la deficiencia de vitamina A en regiones vulnerables.
Educación nutricional y acceso equitativo.
Mejorar la calidad de los alimentos no es suficiente si las personas no tienen acceso a ellos o no comprenden su importancia. Promover políticas de educación nutricional desde una edad temprana y garantizar el acceso equitativo a alimentos nutritivos son pasos esenciales. Esto implica tanto la implementación de subsidios y programas de apoyo a agricultores locales como el desarrollo de infraestructuras que mejoren el acceso a mercados de alimentos saludables.
Reducción de desperdicio alimentario.
El desperdicio de alimentos es un gran problema que afecta tanto a la seguridad alimentaria como al medio ambiente. Las políticas que promuevan una mejor cadena de distribución y almacenamiento, así como campañas de concienciación sobre la reducción del desperdicio, son esenciales para que los sistemas agroalimentarios sean más eficientes. Mejorar la infraestructura de transporte y almacenamiento en zonas rurales puede reducir la pérdida de alimentos antes de llegar al mercado.
Transformar los sistemas agroalimentarios es un proceso multidimensional que requiere integrar la sostenibilidad, la innovación tecnológica, la mejora en la calidad nutricional de los alimentos y políticas públicas inclusivas.
Al fomentar prácticas más sostenibles, apoyadas por la ciencia y la tecnología, es posible aumentar la productividad de los alimentos de manera responsable, mejorar la nutrición de la población y reducir el impacto ambiental. Esto permitirá construir un sistema agroalimentario más justo, saludable y resiliente para enfrentar los desafíos futuros.
Desde los gobiernos, las empresas, la sociedad civil, el mundo académico, las personas que trabajan el campo y la juventud, juntos podemos lograr ser el cambio. Como dice la FAO: “debemos trabajar juntos para garantizar una mayor variedad de alimentos nutritivos, asequibles, accesibles, inocuos y sostenibles con el fin de lograr la seguridad alimentaria y dietas saludables para todos”.
Desde AEVAE queremos destacar la celebración de este Día Mundial de la Alimentación para darle visibilidad y agradecer a los millones de personas que trabajan en el sector agrícola y que siguen adaptando sus sistemas de producción para alcanzar una sostenibilidad económica, social y ambiental, con alimentos saludables y seguros.
Lemas anteriores del Día Mundial de la Alimentación.
El Día Mundial de la Alimentación se celebra todos los años bajo un lema que sirve para hacer un llamamiento a la acción y poder llevar a cabo medidas eficaces que mejoren el sistema alimentario, así como para poner en valor el sector agroalimentario y los esfuerzos que realizan por ser cada día más sostenibles. Ejemplos de ellos son:
- 2023: El agua es vida. El agua nutre.
- 2022: No dejar a nadie atrás.
- 2021: Nuestras acciones son nuestro futuro.
- 2020: Cultivar, nutrir, preservar. Juntos.
- 2019: Una alimentación sana para un mundo #HambreCero.
Fuente: FAO