Desde el año 1993, cada año, el día 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. Esta celebración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pone de manifiesto la importancia del agua dulce en el mundo.
Este día pone en valor uno de los recursos naturales vitales para la vida y trata de concienciar acerca de la crisis mundial del agua que estamos padeciendo. Además, trata de sensibilizar acerca de los cientos de millones de personas que no tienen acceso a este derecho humano, que es el agua potable, y cómo podemos revertir esta situación.
Dentro del plan de la Agenda 2030 para la mejora y prosperidad de todas las personas sin dejar a nadie atrás, dentro de sus 17 objetivos se encuentra el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: agua y saneamiento para todos en 2030, que cuenta con 8 metas que debemos ir implementando.
Poder alcanzar una gestión adecuada de su uso para que llegue a todas las personas depende de las medidas que tomemos cada día respecto al agua. La celebración de este día es, sin duda, un soporte para ello.
Día Mundial del Agua 2025.
El 22 de marzo de 2025, bajo el lema «Salvemos nuestros glaciares» celebramos un año más el Día Internacional del Agua. En él se destaca el papel primordial que los glaciares ocupan en nuestro planeta para mantener la estabilidad de nuestro clima y suministrar el agua dulce que necesitamos para vivir.
Este lema acompaña la presentación de la declaración de este año 2025 por parte de la ONU como Año Internacional de la Conservación de los Glaciares (IYGP) 2025, acompañada de la proclamación del 21 de marzo de cada año como el Día Mundial de los Glaciares a partir de 2025.
La conservación de los glaciares.
El planeta Tierra se enfrenta a un desafío crítico: el rápido derretimiento de sus glaciares. Este fenómeno, acelerado por el cambio climático, está alterando drásticamente el ciclo del agua, con consecuencias devastadoras para la humanidad y los ecosistemas.
La preocupación de su estado es máxima si tenemos en cuenta las cifras de perdida de agua de los glaciares en el año 2023, que según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), alcanzaron las 600 gigatoneladas, siendo la mayor perdida de masa en 50 años.
A este dato demoledor se une el aumento de las temperaturas globales que están provocando que los glaciares se reduzcan a un ritmo alarmante. Este retroceso no solo disminuye nuestras reservas de agua dulce, sino que también desestabiliza el equilibrio natural, generando un ciclo del agua incierto y más extremo.
Siguiendo con los antecedentes que ofrece la Organización Meteorológica Mundial (OMM), alrededor de 2.200 millones de personas dependen del agua que les suministran los glaciares, para el consumo propio, la producción de energía y para poder desarrollar una producción agrícola que les genere alimentos. Es por ello que su conservación es vital y para lograr revertir esta situación debemos comprometernos con acciones conjuntas que permitan salvaguardar este patrimonio natural y asegurar un futuro sostenible para todos.
El reloj glacial avanza inexorablemente.
El derretimiento de los glaciares no es un problema lejano. Sus efectos ya se sienten en todo el mundo:
- Aumento del nivel del mar: La liberación de grandes volúmenes de agua contribuye a la elevación del nivel del mar, amenazando a las comunidades costeras.
- Eventos climáticos extremos: Se intensifican las inundaciones, sequías y deslizamientos de tierra, poniendo en riesgo la vida y los medios de subsistencia de millones de personas.
- Daño a los ecosistemas: Los cambios en los flujos de agua alteran los hábitats naturales, afectando la biodiversidad y la salud de los ecosistemas.
Estos efectos están causados por las consecuencias del deshielo. Como hemos dicho anteriormente, se puede mejorar creando sinergias y estrategias para la conservación y la supervivencia de los glaciares. Entre las principales acciones que debemos tomar se encuentran:
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: La transición hacia energías limpias y la adopción de prácticas sostenibles son esenciales para frenar el calentamiento global a 1,5ºC.
- Gestionar el agua de deshielo de manera sostenible: La implementación de sistemas de gestión eficientes y la promoción del uso responsable del agua son cruciales para mitigar los impactos del deshielo.
- Concienciar y educar: Es fundamental sensibilizar a la población sobre la importancia de los glaciares y la necesidad de protegerlos. Así como dar prioridad a las voces de los pueblos indígenas y la participación inclusiva de las comunidades locales para que sus opiniones sean parte de la solución.
El Día Mundial del Agua 2025 nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la importancia vital de los glaciares y de comprometernos con acciones concretas para su conservación. Solo a través de la colaboración global y la acción decidida podremos devolver y restituir el estado natural de los glaciares.
AEVAE se suma a la celebración de este día tan relevante para el planeta, ya que sin agua no es posible la vida. Debemos reflexionar acerca del uso que hacemos de este recurso natural, ser responsables y colaborar para acelerar el cambio y revertir la crisis del agua y su mala gestión.
Lemas anteriores del Día Internacional del Agua
La celebración de este día y sus lemas nos ayudan a valorar el significado que el agua tiene para las personas. También nos guían para saber qué podemos hacer a nivel individual y colectivo para cuidar de este recurso vital para todo el planeta. Estos son algunos de sus lemas en años anteriores:
2024: Agua para la paz.
En este día se puso de manifiesto no solo la importancia de la escasez del agua para la vida, también cómo este hecho junto a la contaminación del agua puede dar lugar a conflictos y tensiones, poniendo en riesgo la paz mundial y a un aumento de la migración.
2023: Acelerar el cambio
Con este lema se puso el foco en la urgencia de concienciar y pasar a la acción para poder resolver entre todas las personas la crisis del agua y el saneamiento, tan acuciante que aún existe en muchos lugares del mundo. No podemos olvidar que una de cada tres personas en el mundo no tienen acceso al agua potable salubre ni al saneamiento. Disponer de estos recursos básicos para hacer frente a las enfermedades de todo tipo es fundamental.
2022: Aguas subterráneas.
Este día puso una vez más en valor y visualizó este tipo de aguas que se encuentran bajo la superficie terrestre y de las que tanto dependen el suministro de alimentos, el entorno natural, el agua potable y el saneamiento. Su presencia invisible constituye según la ONU, nada más y nada menos que el 96% del agua dulce en estado líquido del planeta. Y aunque existen acuíferos en todos los continentes, la falta de precipitaciones, la contaminación y la imposibilidad de explotación de este recurso en países pobres, convierten en insuficiente este recurso hídrico, e incapaz de satisfacer la necesidad de consumo de agua de muchas regiones.
2021: Valorar el agua.
Su lema contó con cinco perspectivas diferentes: Valorar las fuentes de agua, las infraestructuras hidráulicas, los servicios relacionados con el agua, el agua como insumo para la producción y la actividad socioeconómica y los aspectos socioculturales del agua. Todo ello partió de la reflexión de que en «La forma en que valoremos el agua determinará la forma en que se gestione y se reparta».
2020: Agua y cambio climático.
El crecimiento de una población mundial cada vez mayor, las guerras, la explotación de los acuíferos, la contaminación, son solo unos cuantos ejemplos donde el uso indebido y el despilfarro de este elemento imprescindible que es el agua disminuye de manera alarmante. A ello se suma el cambio climático y nos muestra el gran desafío que representa y como debemos aprender paulatinamente a adaptarnos a los efectos que este cambio puede ocasionar sobre el agua.
2019: No dejar a nadie atrás.
En él se destacó la importancia del acceso equitativo al agua potable como un derecho fundamental. La campaña puso el foco en las comunidades marginadas que aún enfrentan dificultades para obtener este recurso vital, promoviendo políticas inclusivas y sostenibles para garantizar que nadie quede excluido en el acceso al agua limpia y segura.
Fuentes e imagenes: un.org